La lectura en los jóvenes

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jueves, 7 de julio de 2011

MOTIVAR EL HÁBITO DE LA LECTURA… ¿UN RETO IMPOSIBLE EN LA ADOLESCENCIA?

En México, los estudiantes de secundaria y bachillerato relacionan a la lectura con una actividad académica impuesta y aburrida, debido a que los propios profesores sólo ven esta tarea como parte del cumplimiento de un programa académico oficial y no como un gusto. Esto ha ocasionado que los estudiantes tengan dificultad para expresarse y para utilizar adecuadamente la ortografía. Por lo anterior, los docentes debemos motivar a los alumnos, a través de estrategias innovadoras, para que adquieran el hábito de la lectura y mejoren su ortografía y amplíen su vocabulario.
De acuerdo a datos estadísticos  sobre el hábito de la lectura en los jóvenes de secundaria y bachillerato de México, observamos un gran atraso respecto a otros países. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reporta que  Japón ocupa el primer lugar mundial con 91% de la población lectora. En segundo lugar está Alemania con un 67%, seguido muy de cerca por los Estados Unidos con un 65%. Mientras que en México se calcula que únicamente el 2% de la población lee (disponible en http://www.cipae.edu.mx/boletines/boletin%209/9%201.htm). Otro dato interesante  arrojado por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI),  es  que el promedio nacional de libros leídos al año por persona asciende a 2.9, dato que varía de acuerdo con la edad, la educación, así como con el nivel socioeconómico de las personas.  Por ejemplo,  para los jóvenes de entre 18 y 22 años es de 4.2, mientras que para los mexicanos con educación universitaria es de 5.1 y para los niveles socioeconómicos medio alto y alto es de 7.2 libros al año. Aunado a esta información, vemos que los libros favoritos de los mexicanos son: la Biblia, Juventud en éxtasis, Don Quijote de la Mancha, Cien años de soledad, Cañitas, El principito, Volar sobre el pantano y Harry Potter (disponible en: http://www.fundacionpreciado.org.mx/biencomun/bc162/Habitos.pdf). Por desgracia algunos de estos títulos son establecidos como “lecturas obligatorias” por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y por lo tanto ni los profesores y mucho menos los estudiantes los leen por interés o por  gusto, sino por mera obligación; ocasionando que los estudiantes crean que “leer es aburrido”.
Así es que, habrá que preguntarse ¿serán las estrategias didácticas en sí o la inadecuada aplicación de éstas, las que no permiten que los jóvenes tengan hábito y gusto por la lectura?  Es importante mencionar que en las actividades cotidianas de enseñanza-aprendizaje tales como exigir que los chicos lean determinadas lecturas y no las que ellos elijan, no practicar en las aulas la comprensión lectora, no darle el tiempo necesario dentro de las horas de clase a la lectura, han provocado algunos problemas que no permiten que los estudiantes adquieran el hábito de la lectura, siendo los más comunes la mala ortografía, el reducido vocabulario a la hora de comunicarse con los demás, la incorrecta reflexión de textos o la interpretación errónea de la información que se comunica y el poco conocimiento general. A la larga esto provoca en el joven una limitante en su vida profesional en aspectos tales como escaso vocabulario en su contexto laboral; pésima redacción en sus escritos y presentaciones formales o de negocios; una percepción reducida y parcial de la realidad mundial,  dando como resultado que en México haya “profesionistas analfabetas” que se convierten en “profesionistas desempleados”. Por lo anterior consideramos que los docentes en México tenemos una gran responsabilidad de implementar nuevas estrategias innovadoras y creativas para generar en nuestros estudiantes la curiosidad para leer.
Para solucionar lo anterior, sugerimos que la forma de enseñar de los profesores debe ser motivacional, así como estar apegada a las exigencias reales de la sociedad, generar más interés, y sobre todo que  contribuya a que cada individuo sea cada vez mejor. Necesitamos docentes que brinden a sus estudiantes un aprendizaje significativo, que alimenten su curiosidad natural, su gusto y hábito por el estudio; docentes que enseñen de manera tal que ayuden a sus estudiantes a encontrar el gusto por la lectura; docentes que faciliten una gran variedad de material de lectura considerando sus intereses y hobbies; que rompan con la idea de que la lectura es aburrida, concibiéndola como una actividad que permite lograr diferentes propósitos: informarse, aprender, planificar, entretener, conocer, etc.  (Disponible en: http://www.chicosabordo.com.ar/ocio-en-casa/rincon-de-lectura/148-consejos-de-fundacion-leer-para-motivar-la-lectura-joven). Docentes que realicen actividades lúdicas que involucren la lectura como: formar palabras, jugar scrabble, crear historias a través de imágenes; dramatizar en obras de teatro para practicar la síntesis y comprensión lectora; compartir experiencias positivas obtenidas a través de la lectura en nuestra vida; crear blogs académicos favoreciendo los círculos de lectura  y un sinfín de actividades divertidas que implique generar en los jóvenes el gusto por leer. Por último, para  corroborar los resultados de  las estrategias recomendadas  podemos organizar  un concurso de redacción de cuentos o historias entre los estudiantes.
Finalmente concluimos que el hábito de la lectura debe empezar en casa, con los padres de familia y hacer que el momento de leer sea un momento de unión y diversión familiar; así que los docentes debemos orientar a las familias a inculcar la lectura como herramienta fundamental de ser humano para crecer en todos los aspectos de la vida; y cuando logremos que los chicos lean motivados, lograremos naturalmente que éstos mejoren sustancialmente su ortografía, su vocabulario, su redacción y mejor aún amplíen su percepción de la realidad social y económica de su país, tornándose en ciudadanos responsables de cambiar su entorno.
Fuentes electrónicas:
S/a. El hábito de la Lectura en México. Recuperado 27, Junio 2011. http://www.cipae.edu.mx/boletines/boletin%209/9%201.htm
Chacón, Benjamín (s.f.). Hábitos de Lectura de la Sociedad Mexicana. Recuperado 27, junio 2011. http://www.fundacionpreciado.org.mx/biencomun/bc162/Habitos.pdf
S/a. (2007).Cómo motivar la lectura joven. Recuperado 27. Junio 2011.http://www.chicosabordo.com.ar/ocio-en-casa/rincon-de-lectura/148-consejos-de-fundacion-leer-para-motivar-la-lectura-joven.